18/9/15

Refugiados y migrantes: víctimas de las mismas políticas, el colonialismo económico


Se está pretendiendo distinguir entre refugiados, por razón de persecución o estado de guerra, y migrantes económicos, personas que quieren simplemente mejorar su situación. Es esta una falacia, porque ambos tipos son migraciones forzadas (Ricardo Álvarez)




La actual situación, creada por una afluencia mucho mayor de lo habitual de personas solicitantes de asilo, en cuyo éxodo muchas de ellas se están dejando la vida, hace necesario, de manera inmediata, un replanteamiento de las políticas migratorias de la Unión Europea en conjunto, y de nuestro país en particular.

Se está pretendiendo distinguir entre refugiados, por razón de persecución o estado de guerra, y migrantes económicos, personas que quieren simplemente mejorar su situación. Es esta una falacia, porque ambos tipos son migraciones forzadas, en la inmensa mayoría de los casos, por la violencia o por el hambre sin paliativos, es decir, por la imposibilidad de seguir viviendo en su país de origen.

Las pocas personas que no encajan en estas dos categorías son las que no nos suponen ningún problema, como los deportistas profesionales, a los que abrimos nuestras puertas y les aplicamos reducciones de impuestos inclusive.

Para el primer caso hay una contribución específica: parar la guerra, o el estado de persecución. Para el segundo, el replanteamiento de la llamada 'cooperación para el desarrollo'. Está documentado que el flujo económico Sur-Norte es mayor que la Ayuda Oficial al Desarrollo. Esta seguirá siendo necesaria, mientras se mantengan los desequilibrios, pero es mucho más necesario un 'juego limpio' en las políticas comerciales (Organización Mundial de Comercio); en los tratados bilaterales; en los acuerdos financieros (deuda); en la Política Agraria Común; en la pesca en aguas internacionales con grandes pesqueros frente a las costas de quien no tiene más que barcas miserables (Somalia)... Es lo que se conoce como 'coherencia de políticas' frente a la 'anticooperación': no dar con una mano y quitar a paletadas.

Tiene razón Rajoy: hay que actuar en los países de origen... pero no como él está pensando. Hay que caminar hacia un concepto de ciudadanía global, en la que todas las personas tengan todos los derechos del Estado del bienestar que estamos reclamando aquí frente a los recortes... ¡en todos los lugares del mundo!

Ese trato de prepotencia económica que estamos sufriendo algunos países dentro de la Unión Europea es el que estamos aplicando en las relaciones Norte-Sur desde hace décadas. Hay que abolir el colonialismo económico para llegar a constituir un Estado-planeta donde todas las personas puedan vivir con dignidad.


Las rutas migratorias procedentes de Siria y países en conflictos



Ricardo Álvarez, presidente de la Federación Aragonesa de Solidaridad (FAS)


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